viernes, 26 de agosto de 2011

Dejar de fumar es imposible (si sabes cómo)


Nada me hacía intuir cuando comencé a vertebrar esta novela que mis disparatadas cavilaciones acabarían siendo diseccionadas por ilustres personajes del panorama literario actual. Fue, por tanto, una sorpresa maravillosa para mí leer aquello que la escritora Fina Casalderrey, Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 1996, comentó en su día acerca de mi libro: "Un escrito muy lúcido, lleno de chispa e ironía, que me arrancó sonrisas y reflexiones; y, lo más importante, me lo he pasado bien sin haber sufrido ningún receso". De igual modo, me llenó de orgullo y perplejidad el análisis confeccionado por el gigante Fernando Marías, Premio Nadal en 1991: "Reconozco que me ha costado soltarlo, lo he leído casi de un tirón. Su extraña propuesta argumental absorbe; su humor delirante me ha hecho, en algunos casos, reír con verdaderas ganas..."

Bien. Este libro es tan sólo una terapia ideada para todos aquellos cuyo deseo de abandonar el tabaquismo acaba por convertirse en una pesadilla obsesiva que convierte sus vidas en una vereda intransitable. En ningún caso pretendo demostrar nada, ni influir en la decisión que cada uno tome con respecto a sus adicciones; sí es mi objetivo, en cambio, ahondar en la idea de que la salud no es un Fin, sino un Medio para conseguir la Felicidad, como deduce un personaje llamado Astrid en el transcurso de una intensa conversación que forma parte del capítulo VI de la novela:

"El otro día estuve pensando y llegué a la conclusión de que dejar de fumar no es algo esencialmente bueno. Es bueno para mis pulmones y... En fin, es beneficioso para mi organismo. Concretando: eso a lo que llamamos “Dejar de Fumar” es bueno para la salud, ¿no? Sin embargo, no es algo que necesariamente proporcione la Felicidad. Quiero decir que si a mí, o a cualquiera, le hace feliz fumar, por la razón que sea, échele usted imaginación... Si a un humano le hace sentirse feliz el hecho de fumar, entonces “dejar de fumar” es casi una insensatez. ¿Qué es mejor, estar sano y sentirse miserable o no estarlo y ser feliz? El cementerio está lleno de personas que se suicidaron porque no eran felices, y seguro que muchas de esas personas estaban tan sanas como un jodido roble... Con perdón."

Algunas otras personalidades de las artes han tenido ya ocasión de profundizar en los vericuetos de esta historia: la exitosa escritora canaria María Sánchez Lozano, el genial filósofo Felipe Muñoz Plaza, o el mago de la producción musical Manuel G. Mantilla, son algunos ejemplos significativos. Todos ellos exploraron los recodos de esta laberíntica odisea, para finalmente admitir que estamos ante una novela más compleja y acertada de lo que el título podría presagiar.


Podéis comprar el libro, descargarlo, o simplemente leer su primer capítulo con sólo pinchar sobre la portada (a la derecha de este texto). Si estáis interesados en leerlo pero no deseáis comprarlo, poneos en contacto con el autor. Algo se le ocurrirá.




  

1 comentario:

  1. Yo, de momento, sigo fumando... Ya veré si algún día me transformo en algo miserable jajajajaa

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